El divertido y amoroso Nintendo lo volvió a hacer: Quitaron el contenido de los fans en un intento de acercarse a todos los que están hartos de estas prácticas cuestionables...
Hace un par de días, Nintendo demandó un shooter de Pokémon que se volvió viral: En un juego hecho por fans, podrías cazar Pokémon en primera persona, de forma sanguinaria. De alguna forma, se entiende que Nintendo quitara este shooter para preservar la naturaleza "para toda la familia" de su IP, pero sigue siendo una desgracia, considerando que otras compañías como CDPR apoyan el contenido NSFW de Cyberpunk creado por los fans, como el spin-off llamado Cyberbang 2069.
Nintendo cierra canales de YouTube
Ahora, Nintendo apuntó sus armas contra los canales que hacen transmisiones de los soundtracks de sus juegos. Así es, las hermosas melodías de Nintendo que nos llenaban de nostalgia y alegría ya no estarán en YouTube. ¿Acaso Nintendo tiene derecho a hacer esto? Sí. ¿Tiene sentido quitarle este placer a los fans? ¡Claro que no! Nintendo ya tiene suficiente dinero, y lo que es peor, ya no tenemos alternativas para escuchar la música de Nintendo. En esencia, se lo están quitando a los fans, y... no, ese es todo el caso: Están quitando algo que amamos.
Ahora, si lo estás viendo desde un punto de vista económico, puede que estés pensando: "Bueno, esta gente hace dinero de la música de Nintendo, quienes tienen los derechos, por lo que tiene sentido que Nintendo le ponga un fin a esto." Esto tendría sentido si fuera el caso, pero los canales de YouTube que fueron quitados por Nintendo no recibían ganancias de las transmisiones de música.
Over 1300 copyright blocks on the YT channel today. Here are all the soundtracks Nintendo has blocked this time. pic.twitter.com/AqSyIdc4iJ
— GilvaSunner (@GilvaSunner) January 29, 2022
Una vez más, Nintendo ha demostrado que están fuera de onda con su base, y eso nos preocupa. Mientas que otras compañías buscan complacer a los fans, Nintendo parece estar en una cruzada por lograr lo opuesto.
El artículo original fue escrito por Amidu Njiemoun.