Hace un par de semanas escribí una columna sobre lo mucho que me gusta mi Switch, y lo mucho que me odio por quererla tanto. La Nintendo Switch ha sido una fija en mi agenda de juegos desde que se lanzó allá por 2017, y a pesar de la poca frecuencia de lanzamientos de juegos, la escasa fidelidad gráfica y rendimiento, y el coste demencial de los juegos de Nintendo, este hecho no parecía remitir.
Hasta ahora. Hasta ese infame anuncio. Los tres minutos que solidificaron el fastidio que sentía hacia mí mismo por querer tanto a mi Switch. Reitero lo que dije en esa última columna: Nintendo va por detrás de los tiempos. Salvo que ahora no es sólo Xbox Game Pass, es el Steam Deck, que parece ser exactamente lo que se supone que es la Switch, aunque con una diferencia bastante importante...
¿Esa diferencia? Es un sistema moderno, con juegos modernos, y características modernas. Es moderno. Contemporáneo. Elegante. Todo lo que deseábamos para lo que en un principio pensábamos que iba a ser la Nintendo Switch Pro. También tenemos otra ventaja añadida: la biblioteca de Steam. Hay muchos más juegos a los que jugar en este nuevo sistema de la buena gente de Valve, y los jugaremos con mayor calidad, a una mayor tasa de fotogramas, de lo que nunca podríamos haber hecho en la Switch.
Quiero hacer una pregunta, y dirigirla directamente a Nintendo: ¿Qué estáis haciendo? ¿Por qué?
Verás, cuando lanzasteis la Wii U allá por 2012, la gente se preguntaba lo mismo. De eso hace ya (locamente) casi una década, y es casi como si estuviéramos en el mismo aprieto. Esto no es nuevo, no es inventivo, y desde luego no es lo que los fans querían. Nintendo, lo tenías claro, sabías lo que queríamos: una pantalla 4K, una máquina más potente, verdaderas experiencias triple A en la plataforma Switch.
Queríamos juegos de Nintendo, y queríamos poder jugar a nuestros otros favoritos en movimiento, sin necesidad de una conexión completa a internet (el streaming, por supuesto, requiere acceso constante a internet). Hay una ventaja, especialmente en el lugar de donde vengo, en tener un sistema que no requiera una conexión permanente a Internet, y que tenga la increíble portabilidad de la Switch. En Australia la conexión a Internet es pésima. El streaming no es el más fiable de dónde vengo, así que la Switch es una absoluta mina de oro.
No más. Perdonad que me repita, pero ¿qué demonios era este anuncio? ¿Un cable LAN? ¿De verdad? Esa es su gran innovación, ¿una entrada de cable que existe desde hace décadas? ¿Una pantalla OLED? Vale, está bien, pero no es lo que queríamos. En serio, chicos, ¿qué estáis haciendo? Nintendo: os queremos, pero no queremos otro fiasco de Wii U y sí, esto no es tan malo, pero se acerca bastante, y es una traición bastante grande a los fans.
Se acerca el Steam Deck, y va a aplastar a la Switch. Realmente no hay mucho que hacer, si soy sincero. A un precio competitivo, la Steam Deck ofrece mucho más contenido, mejor calidad y una propuesta de valor mucho mejor. Una vez que salga a la venta, no me veo volviendo a una nueva Switch. Nintendo puede estar segura de que no voy a comprar la Nintendo Switch OLED. Qué cojones, en serio. Qué cojones.
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