El momento que ha definido esta semana fue cuando Will Smith abofeteó a Chris Rock en la cara. Es otra señal de que tenemos que dejar a los comediantes en paz.
Espera, ¿qué estoy intentando decir aquí? ¿De qué va todo esto? ¿Cuál es el punto? ¿Qué pasó (wow, en serio has estado viviendo debajo de una roca)? ¿Por qué la gente está hablando sobre esto? Oh, ¿y por qué Jerry Seinfeld está usando una camisa de pirata? Esta última pregunta en realidad tiene una respuesta sencilla, una que será el punto de todo este asunto (aún si no te has dado cuenta de cuál es el "asunto"): Porque es gracioso. Ser gracioso es importante, ya que crea una atmósfera positiva, además de ser saludable para las personas. Sin embargo, en una sociedad más enfocada en que las cosas sean muy "serias", la lucha del comediante es interesante en este momento.
La noche del domingo ocurrió toda una situación. No fueron los desactualizados oscars del 2022, un evento que parece sacado de los 50s o 60s. No fue un premio presentado a un individuo por su trabajo duro, quien (irónicamente) se lo merecía. No fueron las hor d'oeuvres en la mesa de la pomposa selección de la realeza hollywoodense, sintiéndose superiores a nosotros. No, fue un único momento que impactó al mundo (un momento impactante, en especial considerando que hay otros momentos más importantes ocurriendo en el mundo actualmente).
¿Ese momento? Bueno, creo que ya lo sabes: La bofetada.
La bofetada es un fenómeno interesante, con gente hablando repetidamente sobre cómo "la violencia nunca es aceptable", y si Chris Rock se merecía o no se lo merecía. He aquí la cosa, amigos. Este sujeto fue contratado por los organizadores de los Oscars para burlarse de la audiencia, para reírse de los ricos y poderosos, y para... bueno, para hacer reír a las personas. No, no se merecía ser abofeteado, y la violencia nunca es aceptable, pero la verdadera conversación aquí debería ser sobre la posición del comediante en una sociedad, y los ridículos estándares de las personas. Como dije de Nintendo la semana pasada, la gente en general debería calmarse.
Esta es una bofetada muy monumental, un emblema del escenario mundial para una sociedad tan metida dentro de su propio trasero que no puede lidiar con un chiste, pero que constantemente vive en un ciclo devastador de odio a sí mismo. Todo el mundo se odia a sí mismo, por pocas razones, y nos solemos culpar por las penas del mundo, o alternativamente, otra gente que no tiene nada que ver con nuestros problemas. Los llaman comediantes por ser de las pocas personas honestas del mundo. La gente que señala lo absurdo, señala y se ríe, para intentar aligerar todo a través del humor.
Desde Jerry Seinfeld a Bill Burr, desde Bill Bailey a Joe Rogan, desde Jon Stewart a Richard Ayoade, todos los comediantes tienen algo que decir, y todos los comediantes lo dicen de forma diferente. Ricky Gervais es oscuro y cínico, y dice cosas horrendas de temas oscuros, y la forma en que hace su comedia es agresivamente graciosa. Mientras tanto, comediantes como Jerry Seinfeld también comentan sobre el día a día, desde un lugar de luz y siendo neurótico, con poco espacio para el horror.
Alguien como Joe Rogan también es diferente (no solo por su podcast increíblemente exitoso), y Bill Burr también adopta un tono similar al de Gervais, pero con la posición de ser el "papá" más gracioso del mundo. Bill Bailey usa instrumentos musicales para crear comentarios graciosos en todo tipo de temas. La única cosa que todas estas personas tienen en común es que a veces ofenderán a otros, a veces dirán algo que le hará daño a los sentimientos de alguien. Y cuando eso ocurre, no deberían ser abofeteados. El abofeteador, en esta situación, tiene que ir a un psicólogo.
Lo aterrador del feudo entre Will Smith y Chris Rock no es el acto en sí, sino el hecho de que Will Smith pensó que estaba bien hacer lo que hizo. Es una situación en donde los ricos y poderosos creen que pueden hacer lo que quieren sin consecuencias, y salirse con la suya por su estatus. En serio, ¿hacer algo como eso en los Oscars? Es una clara señal de una palabra que los guerreros sociales de Twitter usan todos los días: privilegio.
Los comediantes están aquí para señalar las cosas absurdas de nuestra sociedad. Ese es su trabajo, y a veces fallan al hacerlo. El chiste de Chris Rock no fue muy gracioso, eso es un hecho. Puede que le haya hecho daño a los sentimientos de Will Smith y su esposa, eso es un hecho. Cómo escaló toda la situación es preocupante, que no solo Will Smith sintiera que estaba en lo correcto al hacer esto, sino que haya llegado a estas alturas. Es aterrador, porque si más personas empiezan a creer que sus sentimientos justifican el hacer daño a otros, ya sea físico o existencial, entonces tenemos una distopía en nuestras manos. Dejen a los comedians en paz, y por favor, no los abofeteen.
Más columnas:
- Nintendo tiene que calmarse
- Jake y Logan Paul deberían aprender algo de "Paul" sobre cómo ser graciosos
- Necesitamos más juegos lineales de un jugador y menos mundos abiertos
El artículo original fue escrito por Evan Williams.